Esta lámpara fue un regalo de boda de hace mil años, no cómo lámpara sólo como calabaza, es una preciosa calabaza mexicana pintada a mano, mi marido la adaptó para hacer una lámpara y ha tenido ya muchas pantallas, casi todas en tonos verdes, la última se rompió hace pocos días y no he encontrado el verde de siempre así que compré una pantalla baratita en la tienda sueca, en un tono crudo, el más neutro, y decidí "tunearla" con unas tiras de madroños. Este es el resultado, creo que ha quedado distinta pero está graciosa.
Aquí el antes, estaba demasiado sosa, un poco de pegamento aplicado con la pistola de termofusión para pegar los madroños y ya está.